POR HERMINIA D. IBACETA
Con fecha de abril del 2,001, salió a la luz pública el interesante y esclarecedor libro, El Drama de México: ¿Cuauhtémoc o Cortés?, que debemos a la ágil y valiente pluma del escritor y periodista cubano, Dr. Emilio Martínez Paula.
Asediado por las hordas comunistas, que no le perdonaban sus constantes ataques a la falta de libertad imperante, lo cual determinó el cierre del “ Diario Libre” del que era editor, salió Martínez Paula, rumbo al exilio, en agosto de 1962.
Desde su arribo a Los Estados Unidos, el Dr. Martínez Paula, ha compartido con la comunidad mexicana de Houston, Texas, donde reside, los aires de libertad que buscaba, brindándoles su talento y erudición como catedrático de S.T. Thomas University , así como a través de su destacada labor periodística, caracterizada por su veraz material informativo y la seriedad de su misión como director del periódico “La Información”de Houston Texas, en cuyas páginas apareció publicada esta historia antes de convertirse en libro.
Sus credenciales académicas y su trabajo como cultor de nuestro idioma castellano, le valieron su ingreso como Miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, cuyo director, el Dr. Odón Betanzos Palacios, suscribe el prólogo de este libro sobre la conquista de México, dedicado por su autor a la memoria de Octavio Paz.
El Dr. Martínez Paula, no imprivisa criterios a la ligera, por el contrario, sus razonamientos y deducciones son el producto de una ardua labor investigativa basada en las más autorizadas fuentes: Bernal Díaz del Castillo, testigo de la Conquista e Historiador de Indias, y la de uno de sus principales protagonistas, Hernán Cortés, en sus Cartas a Carlos V., sumando a las ya mencionadas, otras acreditadas fuentes: Hernán Cortés, creador de la nacionalidad, del educador mexicano José Vasconcelos, entre otros muchos.
El desarrollo de su vida como exiliado en una comunidad mexicana, cuya cotidianidad comparte, le ha hecho tomar como propios los sentimientos y las preocupaciones de este pueblo,
así como considerar lo vital que resulta para el futuro de México, el correcto enjuiciamiento del pasado y la aceptación de su verdad histórica.
Su relato nos retrata, con pecados y virtudes, tanto a Moctezuma y su cruel imperio azteca como a Cortés y su ambicioso ejército, resaltando los caracteres y costumbres de ambos pueblos. Como eran, realmente, desde el atuendo al alma desnuda, describiendo con fluidez los escenarios que sirvieron de marco a la historia y la fastuosidad del pujante imperio azteca. El hecho histórico es expuesto en lenguaje directo y ameno, con un enfoque verdaderamente objetivo.
En su análisis, Martínez Paula, estudia los motivos que ayudaron a Cortés, inclinando a su favor la victoria sobre un pueblo tan poderoso como el azteca. Entre estos hechos sobresalen: La influencia religiosa que dominaba a los aztecas, quienes esperaban ansiosos la llegada del hombre blanco, el cual restablecería el culto a la serpiente emplumada; las luchas intestinas entre los aztecas y otros pueblos hermanos convertidos en sus esclavos, Tlaxcala, entre ellos; la valentía del héroe Xicotencalt y la relevancia de Doña Marina (La Malinche), cuya labor al lado de Cortés, fue decisiva para el triunfo español.
En el ala opuesta, está Cortés, decidido, valiente, astuto, con cierta preparación académica y conocedor del momento histórico que vivía . Con él, un equipo bélico superior en el que hizo su aparición el caballo, desconocido para los indios mexicanos.
Martínez Paula, enjuicia la heroica postura de Xicotencalt, quien propinó a los españoles su primera derrota y al que poco se menciona, en oposición a Cuauhtémoc, que entregó a Tlatelolco.
En su profundo análisis, nuestro escritor responde a la pregunta planteada en: El Drama de México: ¿Cuauhtémoc o Cortés? y expone, abiertamente, su conclusión: “Hernán Cortés fue el verdadero creador de la nacionalidad mexicana”, lo cual concuerda con los criterios expresados por José Vasconcelos y por Octavio Paz. Martínez Paula nos dice sin rodeos, que ya es hora de que el pueblo mexicano se vuelva a su pasado, lo revalorice y acepte esta verdad histórica. La nacionalidad mexicana no la integran sólo los aztecas y los otros pueblos indios que habitaban la región. México es un pueblo nuevo, producto del mestizaje d e dos razas y de dos culturas.
Opino, como el autor, que el mito de la felicidad mexicana destruída por los españoles no se corresponde con la realidad histórica. La conquista española, con sus pecados y sus virtudes,
sembró, tanto en México como en el resto de la América, la semilla de la que han germinado todos nuestros pueblos. Como dice el Dr. Martínez Paula: “Mexico tiene que enfrentar su pasado para poder forjar su futuro.”
Con fecha de abril del 2,001, salió a la luz pública el interesante y esclarecedor libro, El Drama de México: ¿Cuauhtémoc o Cortés?, que debemos a la ágil y valiente pluma del escritor y periodista cubano, Dr. Emilio Martínez Paula.
Asediado por las hordas comunistas, que no le perdonaban sus constantes ataques a la falta de libertad imperante, lo cual determinó el cierre del “ Diario Libre” del que era editor, salió Martínez Paula, rumbo al exilio, en agosto de 1962.
Desde su arribo a Los Estados Unidos, el Dr. Martínez Paula, ha compartido con la comunidad mexicana de Houston, Texas, donde reside, los aires de libertad que buscaba, brindándoles su talento y erudición como catedrático de S.T. Thomas University , así como a través de su destacada labor periodística, caracterizada por su veraz material informativo y la seriedad de su misión como director del periódico “La Información”de Houston Texas, en cuyas páginas apareció publicada esta historia antes de convertirse en libro.
Sus credenciales académicas y su trabajo como cultor de nuestro idioma castellano, le valieron su ingreso como Miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, cuyo director, el Dr. Odón Betanzos Palacios, suscribe el prólogo de este libro sobre la conquista de México, dedicado por su autor a la memoria de Octavio Paz.
El Dr. Martínez Paula, no imprivisa criterios a la ligera, por el contrario, sus razonamientos y deducciones son el producto de una ardua labor investigativa basada en las más autorizadas fuentes: Bernal Díaz del Castillo, testigo de la Conquista e Historiador de Indias, y la de uno de sus principales protagonistas, Hernán Cortés, en sus Cartas a Carlos V., sumando a las ya mencionadas, otras acreditadas fuentes: Hernán Cortés, creador de la nacionalidad, del educador mexicano José Vasconcelos, entre otros muchos.
El desarrollo de su vida como exiliado en una comunidad mexicana, cuya cotidianidad comparte, le ha hecho tomar como propios los sentimientos y las preocupaciones de este pueblo,
así como considerar lo vital que resulta para el futuro de México, el correcto enjuiciamiento del pasado y la aceptación de su verdad histórica.
Su relato nos retrata, con pecados y virtudes, tanto a Moctezuma y su cruel imperio azteca como a Cortés y su ambicioso ejército, resaltando los caracteres y costumbres de ambos pueblos. Como eran, realmente, desde el atuendo al alma desnuda, describiendo con fluidez los escenarios que sirvieron de marco a la historia y la fastuosidad del pujante imperio azteca. El hecho histórico es expuesto en lenguaje directo y ameno, con un enfoque verdaderamente objetivo.
En su análisis, Martínez Paula, estudia los motivos que ayudaron a Cortés, inclinando a su favor la victoria sobre un pueblo tan poderoso como el azteca. Entre estos hechos sobresalen: La influencia religiosa que dominaba a los aztecas, quienes esperaban ansiosos la llegada del hombre blanco, el cual restablecería el culto a la serpiente emplumada; las luchas intestinas entre los aztecas y otros pueblos hermanos convertidos en sus esclavos, Tlaxcala, entre ellos; la valentía del héroe Xicotencalt y la relevancia de Doña Marina (La Malinche), cuya labor al lado de Cortés, fue decisiva para el triunfo español.
En el ala opuesta, está Cortés, decidido, valiente, astuto, con cierta preparación académica y conocedor del momento histórico que vivía . Con él, un equipo bélico superior en el que hizo su aparición el caballo, desconocido para los indios mexicanos.
Martínez Paula, enjuicia la heroica postura de Xicotencalt, quien propinó a los españoles su primera derrota y al que poco se menciona, en oposición a Cuauhtémoc, que entregó a Tlatelolco.
En su profundo análisis, nuestro escritor responde a la pregunta planteada en: El Drama de México: ¿Cuauhtémoc o Cortés? y expone, abiertamente, su conclusión: “Hernán Cortés fue el verdadero creador de la nacionalidad mexicana”, lo cual concuerda con los criterios expresados por José Vasconcelos y por Octavio Paz. Martínez Paula nos dice sin rodeos, que ya es hora de que el pueblo mexicano se vuelva a su pasado, lo revalorice y acepte esta verdad histórica. La nacionalidad mexicana no la integran sólo los aztecas y los otros pueblos indios que habitaban la región. México es un pueblo nuevo, producto del mestizaje d e dos razas y de dos culturas.
Opino, como el autor, que el mito de la felicidad mexicana destruída por los españoles no se corresponde con la realidad histórica. La conquista española, con sus pecados y sus virtudes,
sembró, tanto en México como en el resto de la América, la semilla de la que han germinado todos nuestros pueblos. Como dice el Dr. Martínez Paula: “Mexico tiene que enfrentar su pasado para poder forjar su futuro.”
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