miércoles, 2 de septiembre de 2009

AMOR Y FILOSOFÍA (SEGUNDA PARTE)

C O P L A S

El hombre nace y empeña

en luchas toda su vida

sin pensar,

que sólo vive el que sueña

y la existencia es perdida

sin amar.

Barre el odio, al sol asoma

sobre la inútil ofrenda

nueva faz,

libera al fin la paloma,

ondea la blanca albenda

de la paz.

CREACIÓN


Gira el cosmos, cinéreos vapores

gravitan en sus órbitas cerradas,

tenebrosas penumbras enlazadas

escalan de lo inmenso los alcores.


Ruge el viento, sus silbos tronadores

embisten las mareas desoladas.

Muere el silencio, auroras embozadas

atalayan los prístinos albores.


Rasgan las nieblas su negro capuz

abriéndose el espacio al resplandor

de un flameante capullo de luz.


El firmamento los astros inundan,

las tierras y los mares se fecundan

al impulso del soplo creador.



DESICIÓN


Un hombre sorprendió a su pensamiento

contando los valores de riqueza,

y mientras ahondaba en su pobreza

sentía de su estado el descontento.

.

A pasar acertó en aquel momento

jubiloso desfile, a la cabeza

Señor Oro, cantando su grandeza

discutíale cúspides al viento.


Rayo certero cruza en un segundo

del cortejo la externa mascarada

mostrando el corazón por el postigo.


Y el pensamiento, desafiando al mundo,

pronuncia la sentencia inesperada:

-Renuncio a pobre. Quiero ser mendigo.




ARCAS DE LUZ Y SOMBRAS


Gira la tierra al eje suspendida;

la estrella de la noche y las auroras

se suceden, y el ritmo de las horas

nos marca los compases de la vida.


Caminamos la senda florecida

deslumbrados por luces impostoras;

sin reparar que vida, cual Pandora

lleva en sí luz y sombras confundidas.


Cuidado, amigo, que Caronte aguarda

levada el ancla y presuroso el remo.

En los breñales de ti mismo escarda,


y deja que florezcan en tu huerto

las rosas de la luz, seguro puerto,

las arcas te abrirá del bien supremo.



MUERTE


Llegarás a los planos de lo inerte

polvo sin luz, materia consumada.

En las alas informes de la nada.

volarás las llanuras de la muerte.


Riquezas ni poder han de valerte.

Al umbral de la última morada

desnudo llegarás, arca sellada

los dones que una vez te dio la suerte.


Coro de bronce cantará tu duelo,

lecho y almohada te dará la tierra,

las tinieblas espacio para el vuelo.


Y un último tributo de los hombres

sobre la piedra que tu cuerpo encierra;

en indelebles trazos, fecha y nombre.



MUERO EN TI


En un canto de luz tibia y serena

mis dormidas auroras despertaste;

en mi mundo un oasis recreaste

de agua viva, rumores y azucenas.


Cual simún arrastrándote en mi arena

en ráfagas sombrías te marchaste,

y en las manos vacías me dejaste

sólo angustias trenzando esta cadena.


Mariposa febril la del recuerdo

anclas leva del fondo del olvido;

no soy libre de ti, en ti me pierdo.


Solos quedan clamando a la fortuna,

la resaca de todo lo vivido

y un destello intangible de la luna.



RENUNCIA


Márchate dije, y te llamé cobarde.

Mi palabra cegó la primavera.

Habité con las sombras en la tarde

bebiendo en ti la soledad primera.


Aún recuerdo los gestos, el alarde

acallando la voz de la quimera,

y como el cirio que en cenizas arde

quemé en los labios la esperanza entera.


Nada queda de ti, ya no eres dueño.

Con un ansia voraz en la garganta

consumiste las mieles de la ofrenda;


Un sol nuevo me nace y se agiganta;

me voy tras de su luz, te dejo el leño,

crucifica mi amor y tu leyenda



RENACER


Rompe la aurora y déjame la noche

poblada de rumores y amapolas;

reniego de tu luz, estoy a solas

desnudando tu espíritu. Fantoche.


Calzando penas enterré el reproche,

salté del yunque en que el amor inmolas.

He de marchar, ungida de corolas,

deshojando paisajes desde el coche.


Repican las esquilas de las horas

su tema de cristal; indiferente

apuras tu visión de humanidad.


Me alejo de las celdas en que moras.

Voy en pos de infinito, sonriente,

sin perder proporción de eternidad.



LLEGASTE DIFERENTE


LLegaste, amor, a despertarme; ajena

caracola dormía al son del viento.

Como un susurro, amor, así te siento,

tibio beso de luz sobre la arena.


Rozas mi piel, te adueñas de la escena,

tu tañido azulea el pensamiento,

arropada en las ondas de tu acento

voy como nota inmaculada y plena.


Entre vítores, tirsos y nelumbos

llegaste a mí, rotundo, diferente,

gigante colosal barriendo huellas,


ensayando horizontes a mi frente.

Llegaste, amor, cambiándole los rumbos

al campo sideral de mis estrellas.




NO DESOIGAS SU VOZ


Sinaí, voz ecuménica suena

desde la cumbre al insondable abismo,

cincel de luz los signos encadena

quebrando de las piedras el mutismo.


La Palabra tomó conciencia plena

renaciendo del puro simbolismo,

la sentencia se eleva y nos ordena:

“Al prójimo amarás como a ti mismo”.


Amor es el misterio donde anida

el ancestral milagro de la vida.

Amor es la verdad que nunca hiere,


tizón que el lumen de tu ser inflama;

no desoigas su voz, prende la llama,

si por amor naciste, por él muere.




SI PUDIERA


Si pudiera volver sobre mi huella,

desandar lo vivido, espacio y hora,

remaría otra vez la barca aquella

donde el jinete de los sueños mora.


Igual que ayer caminaré doncella

la senda del rebaño y la pastora;

de la luz y las sombras la querella

revocaré en los predios de mi aurora.


Yo volveré a reír con el que ríe,

yo volveré a confiar en quien confíe

su proceder a la bondad del juicio.


Me ajustaré de la verdad las bandas

y dejaré al amor llevarme en andas

por las calles del sol o del silicio.




FIN


Cantemos al amor, dígase el verso

aunando en nuestra voz, sol y esperanza,

arranquemos al arpa el eco inmerso

que de sus cuerdas a brotar no alcanza.

Por el amor que mueve al universo

en su perenne y armoniosa danza

subid acordes la empinada cima,

cantemos al amor la eterna rima.



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